Poda en altura mediante «técnica de trepa», con José Carlos Rodríguez Ríos y los alumnos de 1er Curso de Grado Medio (vídeo)

Los alumnos del Primer Curso de Grado Medio el Colegio Sierra Pambley han realizado recientemente un trabajo colaborativo de poda en altura mediante la llamada «técnica de trepa», una de las actividades más espectaculares en el oficio de la jardinería. Algunas ramas de uno de los chopos situados en el jardín del colegio habían crecido sin control y amenazaban con extenderse sobre la superficie del tejado de uno de los edificios, impidiendo además la llegada de la luz a otros grupos de árboles cercanos. Con este motivo, y bajo supervisión de la profesora Esther García, nuestro alumno José Carlos Rodríguez Ríos (un veterano en este tipo de actividades con su empresa «Rumba y Césped») y sus compañeros de clase realizaron la tarea de poda en altura que hoy os presentamos.

→ [Nuestro compañero Jose y el Curso de 1º de Grado Medio, 2015-2016]

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PODA EN ALTURA Y TÉCNICA DE TREPA

Dentro del trabajo general de tala y limpieza necesario para asegurar un adecuado crecimiento de los árboles, para favorecer su rejuvenecimiento y prevenir potenciales peligros para las personas o los bienes del entorno (tejados, postes de luz o cables), en concreto, la poda en altura ofrece características muy particulares, tanto por su alto riesgo, como también por la necesidad de un buen conocimiento de las propiedades botánicas de los árboles y su fisionomía.

Se requiere una poda en altura cuando no es posible un acceso directo desde el suelo a las ramas más altas o apartadas. Para realizar este tipo de trabajo, en ocasiones se utilizan grúas u otro tipo de maquinaria elevadora capaz de garantizar una mayor seguridad y estabilidad en la realización del trabajo. Sin embargo, no siempre se puede emplear este tipo de dispositivos mecánicos móviles, cuya disponibilidad es variable y cuyo manejo se hace difícil en terrenos con desnivel orográfico o dificultades de maniobrabilidad. En ese caso, se emplea el método clásico conocido en el oficio de jardinería como «técnica de trepa».

Esta modalidad de poda consiste en escalar el tronco del árbol para acceder al interior de la copa y, desde ahí, progresar por sus ramas hasta alcanzar los brazos que necesitan ser talados; y ello siempre transportando las herramientas necesarias para realizar el corte y garantizar la seguridad propia y del entorno. Además de una buena forma física y mental, fuerza y agilidad, y de un conocimiento competente de las características biológicas del árbol (morfología y estructura interna, espesura y resistencia), el podador de altura debe contar con un buen equipo de ascenso, muy similar al de la escalada, compuesto básicamente por un casco, arneses de suspensión, eslingas y cuerdas gruesas de poliamida —utilizadas habitualmente por su mayor resistencia—, también mosquetones de acero homologados, preferentemente con seguro de cierre, así como sierras manuales u otro instrumental de corte mecánico.

En realidad, la poda en altura mediante trepa es un verdadero trabajo colectivo. En gran medida, la protección y la comodidad del podador dependen del apoyo proporcionado desde el piso por los colaboradores. Ellos son los encargados de atender el dispositivo de seguridad, verificar en todo momento el amarre de las cuerdas y la solidez de los nudos e, igualmente, los responsables de ayudar en el ascenso y descenso del podador y en la retirada controlada de las ramas cortadas.

Por nuestra parte, felicitamos a todos los alumnos que participaron en la actividad por haber realizado un excelente trabajo en equipo y os dejamos ya con un vídeo resumen del trabajo. ¡Esperamos que os guste!

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